En el corazón de Barcelona se encuentra el Barri Gòtic o Barrio Gótico, con sus calles estrechas, patios y plazoletas. Este barrio tiene mucha historia y revela la Barcelona de antaño, la de la judería y los vestigios de la Barcino romana. Aunque los edificios han sido reconstruidos innumerables veces, el Barri Gòtic conserva una esencia única que se revela al callejear por sus pasajes y plazas.

1. La Plaça Sant Felip Neri

A pocos pasos de la Catedral del barrio gótico. Este espacio, asentado sobre un antiguo cementerio medieval, ofrece una paz especial, interrumpida ocasionalmente por el alboroto de los niños de la escuela vecina. Aunque su belleza es innegable, la plaza guarda una historia trágica de la Guerra Civil española, donde 42 personas perdieron la vida por el impacto de bombas. No te pierdas también el Museu del Calçat y Sabater Hnos.

2. El Carrer del Bisbe

El Carrer del Bisbe une la Plaça Nova y la Plaça Sant Jaume, sigue el trazado del Decumanus romano. Con su encanto particular, asegúrate de caminar mirando hacia arriba para apreciar las esculturas y grabados que adornan los edificios. Destaca el arco neogótico, construido en 1928, que une el Palau de la Generalitat con la Casa dels Canonges.

3. El claustro de la catedral

A mitad del Carrer del Bisbe, la Porta de Santa Eulàlia da acceso al claustro de la catedral de Barcelona. Completo en 1448, el claustro alberga no solo visitantes, sino también 13 ocas. Pasea entre palmeras y descubre la fuente con una estatua de Sant Jordi matando al dragón. La entrada es gratuita o por donativo, dependiendo de la hora del día.

4. El Carrer de la Pietat y la Plaça Sant Iu

El Carrer de la Pietat, flanqueando la parte trasera de la Catedral, lleva a la Plaça de Sant Iu. Este tranquilo rincón, menos explorado por turistas, es vigilado por gárgolas. En la Plaça de Sant Iu, el Museu Frederic Marès tiene un patio de naranjos que merece la visita.

5. La puerta de mar y las termas romanas

En la calle Regomir es donde encontrarás la Puerta de Mar, un vestigio romano clave para el comercio marítimo en la antigua Barcino. Junto a ella, también se encuentran las termas romanas públicas del siglo I d.C. Las excavaciones recientes permiten explorar estos vestigios, que narran la historia de la Barcelona romana.

6. El templo romano de augusto

Las cuatro columnas del templo romano de Augusto, escondidas cerca de la Plaça Sant Jaume, son un secreto bien guardado del Barri Gótic. Estas columnas son supervivientes del templo dedicado al emperador. La entrada al patio es libre, aunque se recomienda consultar los horarios.

7. El acueducto romano de Barcelona

Las ciudades romanas dependían de un suministro abundante de agua, y Barcelona no era la excepción. El acueducto bifurcado que traía agua del río Besòs es evidente en la calle Duran i Bas y la Plaça del 8 de Març. Cuatro arcos encontrados al derrumbar un edificio son los que confirman esto.

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